Colombia mágica… el Valle de Cocora


ARMENIA, Quindío, Colombia.- El Valle de Cocora es un paisaje natural localizado en un valle montañoso de la cordillera Central de los Andes colombianos, específicamente en el Departamento del Quindío, haciendo parte del Parque nacional natural Los Nevados. Este sitio se encuentra a 40 kilómetros de Armenia, la ciudad más cercana y apenas a 10 kilómetros de Salento, un pueblo mágico desde donde salen buses que te llevan hasta el valle por cinco mil pesos colombianos.
Yo fui acompañado por miembros de las familias que me hospedaron en Armenia y que amablemente me llevaron a este bello y mágico lugar que engalana infinita majestuosidad.

 La travesía empezó desde Armenia por la mañana, fuimos cuatro en dos motocicletas; Robinson (mi anfitrión), Efraín, Juan Pablo y yo y tardamos alrededor de unos 40 minutos en llegar a Salento, donde hay una gran variedad de comercios que ofrecen productos típicos de Colombia y del Eje Cafetero, prácticamente todo ligado al café. Para los que les gustan los deportes extremos, se ofrece también tirolesa.
En Salento hay también un mirador desde donde se puede apreciar el río Quindío en todo su esplendor con todo y el sonido del agua rompiendo entre rocas volcánicas que crujen por todo el valle.

Orgullo nacional colombiano
Luego de estar en Salento, partimos con rumbo al Valle de Cocora en un viaje de 40 minutos subiendo una montaña con muchas curvas, donde se encuentran diversos ejemplares de la Palma de Cera, una palmera que crece hasta 70 metros de forma muy derecha y puede llegar a vivir 200 años. 
Este majestuoso maderable es el árbol nacional de Colombia y actualmente se encuentra en peligro de extinción. Juan Pablo, un colombiano respetuoso de la naturaleza, me narró que los habitantes de Salento estuvieron a punto de extinguir el árbol porque usaban sus palmas para los ritos católicos de Semana Santa hasta que se hizo una prohibición de su uso por parte de las autoridades de su país.
Para quienes quieran hacer el paseo a caballo en el valle, pueden contratar el servicio llegando al lugar con precios que van de 10 mil a 150 mil pesos colombianos.
Los paseos en caballo pueden durar hasta seis horas.


Si llevas vehículo debes estar preparado porque el estacionamiento o parqueo como dicen los colombianos, cuesta tres mil pesos para motocicletas y cinco mil para automóviles.
La travesía generalmente se desarrolla en un clima frío la mayor parte del año, aunque yo tuve la suerte que el día que fui hacía un poco de calor y en general el clima fue muy agradable.
Este es un lugar que vale mucho la pena visitar y aunque es difícil hacer 
"hitchhike" en Colombia, no es imposible llegar, además, Salento pinta bien para ser un buen lugar para acampar, tal vez no en la zona poblada, pero si en el valle para quienes sean amantes de la naturaleza como mi amigo Juan Pablo.

Fotografías: Robinson y su padre, Efraín.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Haciendo “hitchhike” en el Amazonas

Viajando 24 días en la ruta de Perú

Crucé el Darién de Colombia a Panamá a dedo… ¡y sobreviví!