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Mostrando entradas de diciembre, 2018

Relatos de ruta: “La primera vez que me llevó una mujer”

Eran como las tres de la tarde, llevaba caminando como unas cinco horas desde las 11 de la mañana que salí de casa de mi anfitrión en Pereira una ciudad del Eje Cafetero de Colombia -donde por primera vez en mi vida vi cómo era el café en su estado natural-, estaba cansado, empezó a llover y me metí debajo de un puente en la ruta. Frente a mí había un viejo vagabundo fumando no sé qué que ni se veía interesante. Yo iba a para Manizales, no sabía muy bien a qué, ni siquiera sabía por qué estaba en ese país con mujeres hermosas, solo    Llovió entre fuerte y despacio, mientras llovía algunos motociclistas paraban junto a mí para aguardar un poco la lluvia, intercambié un par de palabras con ellos, no gran cosa. Mientras hablaba estaba atento que el agua que caía desde donde sí llovía, no llegara hasta mi mochila, sabía que no se iba a mojar nada, pero sentía que iba a ser asqueroso que se mojara el culo la Wilson, mi mochila de viaje. No tenía carpa y se veía apenas una que otra casita c

Viviendo casi un mes en El Salvador

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EL REFUGIO, Ahuachapán, El Salvador.-  El Salvador fue el país en el que menos imaginé quedarme a vivir tanto tiempo cuando planeaba salir a viajar por el mundo,  desde probar la comida hasta conocer los sueños y anhelos que comparten la mayoría de salvadoreños me recordaron una vez más, lo parecidos que son a nosotros los mexicanos. Los prejuicios que nos imponen en México los medios de comunicación y nuestras familias que han crecido adoctrinados por esos medios con ideas grabadas al fuego en sus inconscientes, fueron derrumbadas por completo en mi estadía en este país. Estando en casa de Brayam Francisco Rubio, tuve tiempo para darme cuenta también que al redactar mis post yo estaba dictando la línea editorial de mis contenidos, la línea editorial de mi vida, no más trabajar y dejar mi existencia en un periódico beneficiando a alguien más con mis años y mi esfuerzo a cambio de un salario miserable en comparación con lo que el dueño o los dueños recibían. En mi travesía por E

Centroamérica unida, un paso al progreso

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El comercio informal es una de las principales actividades económicas de la gente de El Salvador que diariamente se ganan la vida  EL REFUGIO, Ahuachapán, El Salvador.-  La idea de una Centroamérica unida, expresada y detallada en un foro guatemalteco por Nayib Armando Bukele Ortez , candidato a Presidente de la República de El Salvador, fue el motivo para hacer este post ligado a la vida política y social de esta parte de América vista desde los ojos de este extranjero, un viajero que ha recorrido las carreteras de estas naciones marginadas y dividas por inadmisibles fronteras impuestas por malos políticos, no por las personas que son lo más valioso de sus fértiles tierras. En este link , Bukele Ortez explica detalladamente su idea de la unificación de los siete países centroamericanos que conforman la tercera parte de este continente y que juntos se convertirían en una potencia económica que los colocaría en los primeros lugares del mundo. El ex alcalde de San Salva

Vaciando la mochila y aprendiendo a vivir

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EL REFUGIO, Ahuachapán, El Salvador.-  En estas dos semanas de viaje he vaciado la mochila, no solo físicamente, también la que llevo dentro de mí, la que todos llevamos supongo. Prejuicios acerca de las personas fueron derrumbados sistemáticamente conforme me adentré en Centroamérica, empezando en Belize. Cuando entré a Belize, específicamente a Corozal Town, descubrí con gran vergüenza mi verdadera concepción de la gente negra, al ver a tantos pensé muy mal de ellos, me sentía en el peor lugar del mundo pensando que me iban a hacer algún daño ¡que equivocado estaba! Luego de estar dos días allá, me di cuenta de la porquería que llevaba dentro de mí, de mi cabeza y en mis sentimientos; de todos los prejuicios que estaban por ser dejados atrás junto con cosas que me han hecho peso en la mochila que he dejado también en el camino. Conforme me alejaba de México y me adentraba en el extranjero, en tierras de las que ni siquiera había oído hablar y que mucho menos había conte

De Guatemala a El Salvador con 65 quetzales

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Lugar: Atiquizaya, Ahuachapán, El Salvador. EL REFUGIO, Ahuachapán, El Salvador.-  El 28 de noviembre entré a Guatemala a las 15:43 horas por la frontera de Melchor de Mencos en el departamento de Petén, llegué desde Belize donde para salir me cobraron 20 dólares americanos (40 beliceños), salí del país con alrededor de 20 dólares beliceños que cambié por unos 60 quetzales aproximadamente luego que me sellaron el pasaporte en las oficinas de migración guatemalteca. El cambio de la moneda estuvo a un dólar beliceño por tres quetzales con la gente que está ofreciendo cambiar en ambos lados de la frontera, yo cambié del lado guatemalteco.     Los oficiales de migración de Guatemala son amables y desde aquí se ven muchas escopetas. A diferencia de México donde los servicios de vigilancia rara vez dotan a sus efectivos con armas de fuego, en este país y en El Salvador es común ver guardias de seguridad privada con escopetas en las manos afuera de negocios como tiendas, farmacias,

Belize; extraño país con hermosas personas

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La gente es muy amable en Belize EL REFUGIO, Ahuachapán, El Salvador.- Aunque pareciera que por la cercanía con México Belize debería compartir mucha de su cultura con nosotros como Guatemala e incluso El Salvador, no es así, Belize es un país totalmente distinto, extraño a veces. El idioma oficial es el inglés aunque muchos hablan español también y todos comparten una tercera lengua, el criollo o “mix” que es un “espanglish” con palabras africanas que lo hicieron inentendible a mis oídos los tres días que estuve ahí. Prejuicios   A Belize entré al filo de las 13:30 horas del 26 de noviembre y mis prejuicios me jugaron una mala pasada de la que no me di cuenta hasta hace pocos días. Ese día, de la aduana tomé una combi -por así decirlo en México- que manejaba Víctor, un beliceño que me habló en inglés, pero cuando le pregunté en español si hablaba mi idioma, me contestó que sí con una enorme sonrisa. Dolares beliceños Ese aventón hasta Corozal me costó dos dólar