Éxodo venezolano en busca del "sueño chileno"

La frontera entre Colombia y Ecuador está abarrotada (del lado colombiano) por venezolanos que no han podido cruzar al lado ecuatoriano recibiendo ayuda como alimentos y medicamentos.

CARAPUNGO, Quito, Ecuador.- A mi entrada a Panamá, inmediatamente en vísperas de año nuevo, noté el problema social que trajo el éxodo venezolano a este país desde inicios del 2018 cuando bandadas llegaron por barco principalmente que huyeron del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, La República Bolviariana.
Los panameños me narraron que su economía estaba tan bien que podían darse el lujo de abandonar sus empleos cuando se cansaban y obtenían trabajo fácilmente, pero a la llegada de los venezolanos todo cambió. Los nuevos migrantes llegaron con el ánimo tan bajo y desesperados que trabajaban más por mucho menos dinero que los locales, lo que los empresarios aprovecharon sin dudarlo ya que esta nueva mano de obra podían usarla a su beneficio reduciendo costos inclusive en seguridad social.
La fama de los venezolanos se volvió negativa entonces ya que no sólo desplazaron a los panameños en los trabajos menos remunerados, sino que fueron tildados de abusivos y aprovechados en muchos sentidos, principalmente cuando arrendaban ya que se iban sin pagar y dejaban las viviendas en pésimo estado, esto de acuerdo a los relatos que recopile en mi estadía en Panamá.
A principios de 2019 este país impuso una visa imposible para impedirles el paso a la gran mayoría de venezolanos que intentaron ingresar, la visa es similar a la que nos impusieron los gringos a nosotros los mexicanos.

En México
En mi país el éxodo veneco había empezado muchos años atrás, quienes tuvieron la posibilidad de escapar de Venezuela por avión a tierras aztecas llegaron y se colocaron en buenos puestos, muchos aprovecharon la industria petrolera en ambas naciones que era estable para llegar a México. La fama del venezolano en mi nación es en algunos casos negativa, aunque en mi experiencia personal yo tengo buenos amigos venezolanos, muy honestos y trabajadores.

Problemas para el sur
Colombia, uno de los países que más ha recibido venezolanos enfrenta uno de los principales problemas sociales ya que es la principal ruta de escape de esta gente a Chile, donde buscan tener un pasaporte de esta nación que está libre de restricciones para ir a Estados Unidos, además que es uno de los países con economía muy estable.
El ingreso desmedido de los venezolanos ha causado un problema social en este país. A mi paso por Colombia vi muchos acampando y sobreviviendo bajo puentes, en parques, en barrios pobres u “ollas” como les dicen los colombianos a estas colonias; el problema ha crecido tanto que muchos casos de delincuencia son atribuidos a los venezolanos también.
En mi viaje haciendo "hitchhike" o "aventón" me encontré con muchos venezolanos con los que compartí el "raid" cuando iban al sur, con destino a Chile.
En mi travesía fui confundido con venezolano en casi todo momento pero no me importó, ¿por qué iba a sentirme mal porque me confundan con otro latinoamericano? Al fin de cuentas todos somos iguales y nunca tuve problema con nadie por ser confundido con ellos.
Mientras viajé “a dedo” al sur, me encontré con muchos, incluso viajé con algunos en camiones de carga y noté que muchos no eran de fiar, otros eran muy honestos, pero francamente a la mayoría que conocí en esas circunstancias no les confiaría ni mi sombra.

¿Cómo viajan los migrantes?
Viajan en grupos de más de tres y algunos superan los 10, llevan ropa y cobijas para soportar el intenso frio de algunas zonas de Colombia en su travesía para llegar a la frontera con Ecuador. Los grupos están conformados por hombres, mujeres y niños, algunos solo de varones. Para subsistir en el viaje cuando no se establecen, piden dinero o comida en los lugares a donde llegan, si no consiguen un aventón o “la colita” como ellos le dicen, caminan sobre la carretera hasta llegar a alguna ciudad, un pueblo o una gasolinera o “bomba”.
Yo pasé una noche con ellos entre Neiva y Pasto, dormimos en una obra en construcción frente a una gasolinera, esa noche nos encontramos con un grupo que había declinado en la frontera de Ecuador y que encontraron trabajo en la edificación de ese edificio, probablemente se quedarían en ese lugar un tiempo mientras les dure el empleo.
En la higiene, al igual que yo, se bañan cuando pueden, esa noche pudimos bañarnos en unas regaderas que había a un costado en la gasolinera, por la naturaleza de mi viaje yo era exactamente igual a ellos en ese momento, me camuflé tan bien, que nadie sospechó que yo era mexicano, solo cuando me escuchaban hablar notaban la abismal diferencia en mi acento.

Cada día son más
En estos últimos meses el éxodo aumentó hasta el punto en que Ecuador, Perú y Chile impusieron filtros como el de los “antecedentes no penales” para frenar el ingreso de delincuentes o personas que no pudieran comprobar que no lo eran.
En la fotografía se aprecian cientos de venezolanos
esperando una oportunidad para cruzar a Ecuador.
Cuando crucé la frontera para Ecuador, del lado colombiano la fila era enorme para que les sellaran de salida en el sistema migratorio a los venezolanos, pero del lado ecuatoriano les exigían además de la cédula (documento de 
identificación como el INE en México) un pasaporte y los antecedentes no penales.   
En Colombia muchos venezolanos se establecieron y se convirtieron en generadores de empleo también, crearon restaurantes y peluquerías donde prosperan, aunque con muchos esfuerzos porque compiten con los locales.
Algunos con los que viajé me relataron que desconocían muchos detalles de los problemas políticos de trasfondo en Venezuela, pero que los precios en su nación eran tan volátiles que cambiaban todos los días, en algunos casos medio kilo de arroz (o una libra de arroz como le dicen ellos) era tan caro como comprar un auto.
Desde hace tres días los venezolanos enfrentan un apagón que dejó sin electricidad a todo el país, muchos siguen saliendo, muchos también se regresan luego de ver imposible cruzar la frontera de Colombia con Ecuador. Desagraciadamente como pasa en México, han surgido los famosos “coyotes” o “polleros” que, al puro estilo mexicano, les cobran a los venezolanos altas cifras de dinero por cruzarlos.
El problema político en Venezuela sigue siendo debatido a todos los niveles, la presencia de dos presidentes al mismo tiempo en ese país, el bloqueo económico de Estados Unidos y la falta de negociación de Maduro para solucionar el problema, son solo algunas aristas del trasfondo que mantiene insatisfechos y desesperados a los más de 30 millones de venezolanos de los que alrededor de tres millones huyen de Venezuela al sur en busca de un mejor futuro.

Fotografías: Quisil Nina.

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